El pasado jueves 25 de junio de 2009 se dió por terminado el ciclo escolar de danza 2009 del proyecto docente Nin-Yo Dojo con sede en la casa de la cultura de Cabo San Lucas, Baja California Sur.
Después de casi tres años como maestro y director de este proyecto puedo concluir que la danza como disciplina básica en la vida de los seres humanos, transforma, concentra, estabiliza, libera y concientiza.
La danza a través del movimiento, nos abre a la verdad, a lo innegable, y es responsabilidad de cada uno aceptarla o cegarse a ella.
Después de observar los resultados de integrar a niños con capacidades motoras, auditivas, neurológicas y cognitivas diferentes a las acostumbradas, no solo en un grupo de niños aparentemente normales, también con un sistema de enseñanza igualitario y democrático, señalo firmemente que podemos vivir en armonía e integrados sin temor al otro, pero es necesaria la sensibilización a través del arte en sus diversas manifestaciones para lograrlo. Desgraciadamente en México y en el municipio de Los Cabos, BajaCalifornia Sur, a las autoridades y a algunos padres de familia parece no importarles, o tal vez no lo entienden (en el mejor de lo casos), pero eso no es pretexto para deducir que si seguimos por esa vía estaremos destinados al fracaso.
Antes de concluir y mudar mi residencia a Europa (espero por un corto tiempo), dije a mis alumnos que "Para poder exigir a los demás hay que empezar a hacerlo con uno mismo", y que hay que enseñar a nuestros hijos y los hijos de nuestros próximos, a que los ciclos deben de cerrarse para poder iniciar otros.
KEOPS GUERRERO.
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